La ministra para la City de Londres, Lucy Rigby, aseguró que la nueva legislación permitirá atraer inversiones, proteger a los consumidores y posicionar al país como referente global en activos digitales. El régimen comenzará a aplicarse en la segunda mitad de 2027 y estará bajo supervisión de la Financial Conduct Authority.
El Reino Unido busca redefinir su posición en el mapa global de los criptoactivos. Según Lucy Rigby, ministra para la City de Londres, el nuevo marco regulatorio que el país prepara para el sector permitirá que Gran Bretaña “lidere el mundo en la adopción de activos digitales”, al tiempo que ofrece certidumbre a las empresas y protección a los consumidores.
En declaraciones al Financial Times, Rigby defendió la estrategia del gobierno británico y afirmó que la legislación, cuya implementación está prevista para la segunda mitad de 2027, marcará un punto de inflexión. “Impulsar esta legislación es un hito. Nuestra intención es liderar el mundo en la adopción de activos digitales”, sostuvo. Y agregó: “Las reglas que estamos estableciendo serán proporcionadas y justas. Serán buenas para el crecimiento, alentarán a las empresas a invertir aquí y también protegerán a los consumidores. No veo ningún conflicto entre esas cosas”.

Un giro frente a las críticas por excesiva cautela
El anuncio llega en un contexto en el que el Reino Unido ha sido duramente cuestionado por parte de la industria cripto, que considera que el país ha adoptado una postura demasiado conservadora frente a esta tecnología emergente. En contraste, la administración estadounidense encabezada por Donald Trump ha mostrado un enfoque regulatorio mucho más laxo.
Entre los críticos más visibles se encuentra George Osborne, ex ministro de Hacienda del Reino Unido y actual miembro del consejo asesor global de Coinbase. En una columna publicada a comienzos de este año en el Financial Times, Osborne fue contundente: “En cripto y stablecoins, como en tantas otras cosas, la dura verdad es esta: estamos quedándonos completamente atrás”.
También Arjun Sethi, codirector ejecutivo del exchange de criptomonedas Kraken, cuestionó el enfoque británico y aseguró que los requisitos de divulgación exigidos en el país eran “peores para los consumidores”.
Frente a ese escenario, Rigby defendió el nuevo esquema regulatorio, al que definió como un “régimen integral”, en el que las empresas de criptoactivos pasarán a estar reguladas por la Financial Conduct Authority (FCA) de la misma manera que otros proveedores de productos financieros.
Criptoactivos bajo el mismo paraguas que acciones y bonos
Según explicó la ministra, la nueva legislación incorporará a los criptoactivos dentro del mismo marco normativo que ya rige para instrumentos financieros tradicionales como acciones y bonos. El objetivo, afirmó, es fomentar la innovación responsable y garantizar mercados abiertos y competitivos.
La FCA, por su parte, adelantó que flexibilizará o eliminará algunas de sus normas específicas para las empresas cripto. Entre ellas, se encuentran ciertas disposiciones sobre el derecho de los clientes a cancelar compras y regulaciones diseñadas para gestionar riesgos sistémicos.
Rigby subrayó que, si bien el régimen está pensado para las particularidades del mercado británico, existe una clara vocación de coordinación internacional. En ese sentido, recordó que este año el Reino Unido y Estados Unidos crearon un grupo de trabajo transatlántico para explorar áreas de mayor cooperación financiera.
“Nuestra regulación está diseñada teniendo en cuenta las circunstancias domésticas, pero tiene mucho sentido explorar oportunidades de acceso mutuo a los mercados y alineación regulatoria, cuando eso beneficie al Reino Unido”, explicó.
Calendario legislativo y rol del Banco de Inglaterra
La ministra, que asumió su cargo en septiembre, presentará legislación secundaria para introducir el nuevo régimen en el marco de la Ley de Servicios y Mercados Financieros de 2023. El objetivo del Tesoro es que el esquema esté formalmente aprobado en 2026, en paralelo con una consulta pública de la FCA sobre las reglas finales y las guías para las empresas.
El cronograma oficial apunta a que las normas estén listas a mediados de 2026, otorgando a las compañías el tiempo necesario para obtener las autorizaciones correspondientes antes de que el régimen entre plenamente en vigor en la segunda mitad de 2027.
En este proceso, el Banco de Inglaterra (BoE) también juega un rol clave, especialmente en lo que respecta a las stablecoins. Según funcionarios gubernamentales, la ministra de Hacienda, Rachel Reeves, se mostró frustrada por lo que considera un exceso de cautela del banco central en este terreno.
El mes pasado, el BoE suavizó su postura inicial tras las críticas de la industria, al permitir que algunos de los activos que respaldan stablecoins puedan invertirse en deuda pública de corto plazo y al eximir a ciertos negocios de límites de propiedad. Rigby destacó este cambio y alentó a las empresas a participar activamente en la consulta del banco central. “Estamos alentando a las empresas con opiniones firmes sobre este tema a que respondan a la consulta del banco”, afirmó.
Un punto sensible: donaciones políticas en criptomonedas
Pese a su respaldo general al desarrollo del sector, Rigby expresó reservas sobre un uso específico de los criptoactivos: las donaciones políticas. El partido Reform UK, liderado por Nigel Farage, comenzó recientemente a aceptar aportes en criptomonedas, lo que encendió alertas dentro del gobierno.
“Queremos garantizar el nivel adecuado de protección para la democracia”, advirtió la ministra, dejando en claro que este será uno de los aspectos más delicados a regular en el nuevo ecosistema cripto británico.
Con este paquete legislativo, el Reino Unido busca recuperar terreno en una industria que avanza a gran velocidad a nivel global, equilibrando innovación, control y credibilidad institucional en un momento clave para el futuro de los activos digitales


















