La Comisión Nacional de Valores busca un equilibrio entre protección al inversor e innovación tecnológica en un ecosistema cripto en constante evolución.
Argentina se ha posicionado como una de las jurisdicciones más avanzadas en materia de regulación de activos digitales, gracias a una serie de iniciativas promovidas por la Comisión Nacional de Valores (CNV). En una reciente disertación durante la Devconnect Buenos Aires 2025, Roberto E. Silva, titular de la CNV, destacó los logros alcanzados en los últimos dos años y cómo el país ha adoptado un enfoque proactivo para regular el ecosistema cripto.
Silva explicó que la regulación se inició en respuesta a la evaluación del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), que había señalado a Argentina con el riesgo de caer en una «lista gris.» Para evitar esta situación, se implementó una ley que incluye a los Proveedores de Servicios de Activos Virtuales (PSAV), abarcando a plataformas fintech y exchanges, como parte de los sujetos obligados a registrarse y someterse a supervisión.
“Esa definición incluye a quienes operan con criptomonedas, dinero fiat y servicios de transferencia,” explicó Silva. Este cambio legislativo, que fue impulsado en marzo del año pasado, estableció un registro para supervisar a unos 165 actores inscritos en una primera etapa, aunque actualmente el número se ajusta a alrededor de 100, debido a bajas y nuevas incorporaciones.
El Enfoque Innovador de la Regulación
La CNV también ha diseñado un modelo de licencias que exige la presencia de entidades en el país, sin requerir que toda la operación esté físicamente radicada en Argentina. “Las regulaciones nuevas requieren que las empresas cuenten con una sociedad local, capital, y responsables de relaciones con el mercado,” detalló Silva, subrayando la importancia de facilitar el acceso a la información requerida por las autoridades competentes.
Uno de los ejes centrales de la regulación es la tokenización. Para adaptarla al marco legal actual, la CNV ha creado un régimen híbrido que permite emisiones parcialmente digitales. Este enfoque busca la coexistencia de registros tradicionales y representaciones digitales, manteniendo la inscripción en el depositario central argentino, la Caja de Valores.
“Estamos buscando compatibilizar ambos mundos,” señaló Silva, añadiendo que este régimen de tokenización se concibió como un sandbox de un año para evaluar su eficacia.
Perspectiva Internacional
En comparación con otros países de la región, la regulación argentina se destaca por su singularidad. Silva mencionó que países como Brasil, Uruguay y Chile han optado por enfoques diversos, desde supervisión integrada hasta la creación de organismos específicos. “La normativa argentina ha elegido un esquema más parecido al de los agentes de bolsa,” comentó el titular de la CNV.
Silva defendió la estrategia de incluir a una amplia gama de actores en el sector cripto, incluso si eso ha resultado en que varias empresas se den de baja durante la readecuación. “La claridad regulatoria es fundamental para atraer inversión y permitir la experimentación responsable,” enfatizó.
A medida que Argentina continúa refinando su marco regulatorio, el enfoque pro-innovación de la CNV podría consolidar al país como un centro atractivo para proyectos de tokenización y servicios cripto. “Nuestra meta es que la Argentina se consolide como un entorno atractivo, siempre con la supervisión adecuada,” concluyó Silva.
El compromiso de Argentina por ser un líder en regulación cripto no solo busca proteger a los inversores, sino también fomentar un ecosistema que permita la innovación en el sector, a medida que avanza en este camino único y prometedor.
