El token cripto respaldado por el Kremlin logra sortear controles occidentales. A7A5, vinculado a bancos estatales rusos y exchanges bajo sanción, marca un antes y un después en el comercio digital ruso, evidenciando los límites de la vigilancia internacional y el avance de Moscú en sistemas alternativos de transferencia de valor.
La operación del token estable A7A5 -¿una stablecoin ligada al rublo?-, apoyado por instituciones estatales rusas, logró movilizar U$S 6.000 millones desde agosto, tras maniobras que permitieron eludir sanciones impuestas por Estados Unidos.
Desde el corazón del sistema de pagos alternativo A7, el equipo detrás de A7A5 destruyó y recreó más del 80% de los tokens ligados a la exchange Grinex, eliminando su historial “sucio”, según revela un análisis del Financial Times. “Esta forma de transferencia rompe el vínculo entre las cuentas y dificulta la trazabilidad para los organismos de control”, sostiene el informe.
El funcionamiento del token replica horarios y costumbres locales: sus transacciones alcanzan el máximo movimiento entre 10 y 12 del mediodía de Moscú y el servicio al cliente atiende exclusivamente en esta franja horaria. El token puede adquirirse en efectivo en la sección OTC de Grinex, ubicada en la Torre Federación de Moscú, antigua sede de la sancionada Garantex.
La estrategia de Moscú incluye respaldo de Promsvyazbank, banco estatal bajo sanciones, que asegura que cada token se respalde con un rublo y controla el 49% de la red de pagos A7. Petr Fradkov, CEO de Promsvyazbank, aseguró a Vladimir Putin: “Estamos creando un sistema de pagos transfronterizos basado en A7”. La red, que también cuenta con préstamos del banco estatal VEB, se extiende incluso hacia África.
Ilan Șor, principal accionista y CEO de A7, declaró: “Creamos un negocio transparente y honesto: pagamos impuestos y operamos abiertamente. Otras naciones muestran interés en este sistema alternativo de pagos, beneficioso para el Estado ruso”. Un portavoz de A7A5 agregó: “Cooperamos solo en la etapa técnica inicial con el equipo de A7. Desde mayo decidimos separarnos por completo”.
Según el Centre for Information Resilience (CIR), “A7 se está expandiendo a ritmo vertiginoso financiada por instituciones estatales rusas”, mientras el conflicto bélico refuerza la importancia política y económica de la red. A7 afirma haber canalizado más de U$S 86.000 millones en diez meses y así redefine el alcance de las criptomonedas como herramienta estatal, consolidando una nueva frontera para el comercio digital ruso en tiempos de sanción y presión internacional.