El polémico lanzamiento de $Libra generó una ola de reacciones en el ecosistema cripto, dejando claros ganadores y perdedores en medio de la controversia que involucró al político Javier Milei.
La reciente irrupción de la criptomoneda Libra, promovida por el polémico político argentino Javier Milei, ha generado un verdadero terremoto en el mundo de las inversiones digitales, poniendo en evidencia tanto las oportunidades como los riesgos inherentes al mercado cripto.
Primeros perdedores: Javier Milei, la Argentina, el ecosistema cripto local.
Según el análisis detallado publicado por Forbes Argentina, el lanzamiento de Libra se convirtió en uno de los eventos más comentados y divisivos del año, afectando notablemente a diversos actores del sector. Claro, por ahora, solo en la Argentina.

Milei, quien ha sido una figura recurrente en el debate sobre la economía digital en Argentina, utilizó sus redes sociales para promover el token, lo que generó un efecto dominó en el mercado.
“Un tuit puede ser delito”, enfatizó uno de los críticos, y esta declaración encapsula la controversia: la rápida escalada del valor de Libra, junto con una volatilidad extrema, dejó a muchos inversores en diversos lugares del mundo con la sensación de haber sido víctimas de un golpe publicitario sin sustento.
Muchos de ellos -una decena- se manifestaron en las redes pero no sin haber ganado seguidores y posiblemente más dinero del que invirtieron en la memecoin.
Según las cifras presentadas, en cuestión de minutos el valor de Libra se disparó hasta alcanzar niveles comparables con activos tradicionales, para luego desplomarse, evidenciando la falta de fundamentos sólidos detrás de su precio.
La volatilidad alcanzó picos de hasta un 40% en las primeras horas del lanzamiento, lo que generó pérdidas significativas para algunos participantes del mercado, mientras que otros supieron aprovechar la situación para obtener beneficios rápidos.

En el análisis de Forbes Argentina se destacan los denominados «ganadores» y «perdedores» de este desastre cripto. Entre los ganadores se encuentran los especuladores que apostaron a movimientos de corto plazo -entre U$S 1 millón y U$S 4 millones-, logrando capturar ganancias inmediatas, mientras que los perdedores fueron aquellos inversores que se dejaron llevar por el bombo mediático sin realizar un análisis profundo, quedando atrapados en una montaña rusa de precios.
“La experiencia de Libra nos demuestra que en el cripto, la información errónea y la manipulación de mercado pueden tener consecuencias devastadoras”, comentó un analista de la industria, subrayando la importancia de la prudencia en un entorno tan volátil.
El caso ha reavivado el debate sobre la necesidad de una mayor regulación en el mercado de criptomonedas. Expertos argumentan que la promoción irresponsable de activos sin un respaldo claro puede conducir a fraudes y a pérdidas millonarias. Una de las víçtimas de ellos es el ecosistema de Solana que en todo su conjunto perdió en un par de días cerca del 10% de su valor del viernes 14 de febrero.
A su vez, defensores de la descentralización y la innovación tecnológica, como algunos seguidores de Milei, sostienen que esta volatilidad es inherente a la naturaleza disruptiva del sector y que, a largo plazo, los beneficios superarán los riesgos.
Además, el incidente ha puesto en evidencia las dificultades de conciliar la pasión por la innovación con la necesidad de proteger a los inversores. Reguladores y organismos de control están llamados a intervenir para establecer límites y protocolos que eviten que eventos como este se repitan, sin sofocar el potencial revolucionario de la tecnología blockchain.
En definitiva, el lanzamiento de Libra, promocionado por Milei, se presenta como un episodio revelador en el que se evidencian tanto la capacidad de movilización de la opinión pública a través de las redes sociales como los riesgos de una volatilidad desenfrenada en el mercado cripto.
Con declaraciones contundentes y cifras que oscilan de manera impredecible, este caso se erige como un llamado de atención para inversores, reguladores y toda la industria, destacando la imperiosa necesidad de equilibrio entre innovación y responsabilidad.
Más allá de este análisis, más allá de los ganadores y perdedores de este gaffe evitable, el sistema cripto sigue su evolución firme hacia la conquista de más usuarios y mercados que buscan menos restricciones y más libertad.