El mercado cripto enfrenta un retroceso significativo impulsado por datos económicos en EE.UU. que elevaron los rendimientos de los bonos del Tesoro y afectaron el apetito por activos de riesgo. No hubo «renuncias» que calmaran el mercado a la baja.
Bitcoin, la criptomoneda líder, experimentó una caída del 5% este martes, situándose en U$S 96.525 después de haber superado los U$S 100.000 el lunes por primera vez desde diciembre.
Este retroceso, el mayor en más de dos semanas, se produjo en un contexto de volatilidad económica global y movimientos desfavorables en los mercados de renta variable en Estados Unidos.
Factores económicos que impulsaron la caída
El último informe del Instituto de Gestión de Suministros (ISM, por sus siglas en inglés) mostró que los precios pagados por los proveedores de servicios en EE.UU. alcanzaron su nivel más alto desde principios de 2023, mientras que los datos de ofertas laborales superaron las expectativas.
Estas cifras alimentaron el aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro, con el rendimiento a 10 años alcanzando su nivel más alto desde mayo, tras una subasta de U$S 39.000 millones que ofreció el mayor rendimiento desde 2007.
“Los datos del ISM desencadenaron una venta masiva en los mercados de acciones, lo que se trasladó al cripto debido a la creciente correlación entre los activos digitales y el Nasdaq”, explicó Bob Wallden, jefe de trading en la firma de activos digitales Abra.
Wallden añadió que este movimiento estuvo acompañado por la toma de ganancias y activación de órdenes de stop-loss tras el repunte de Bitcoin por encima de los U$S 100.000.
El impacto de la política y la volatilidad
La incertidumbre política también jugó un papel importante. Los titulares relacionados con el cambio de postura del presidente electo Donald Trump sobre las negociaciones arancelarias añadieron una capa adicional de volatilidad al mercado.
Según Wallden, esta situación, junto con las fluctuaciones en el mercado de bonos del Tesoro, contribuyó al sentimiento de cautela en torno a Bitcoin.
El martes, tras dos días de avances, los mercados de renta variable en EE.UU. revirtieron su tendencia alcista, afectando también al mercado de criptomonedas. Además, otros tokens importantes como Ether Solana y XRP registraron caídas del 7.5% y 6%, respectivamente.
Flujos de inversión y toma de ganancias
A pesar de la caída en los precios, los datos muestran un fuerte interés por parte de los inversores. El lunes, los fondos cotizados en bolsa (ETFs) de Bitcoin recibieron un ingreso neto de U$S 987 millones, la mayor entrada diaria desde noviembre, según datos de Bloomberg. Este flujo siguió a los U$S 908 millones que ingresaron en la sesión anterior.
Sin embargo, el récord de Bitcoin en 2024, que alcanzó los U$S 108.315 en diciembre, comenzó a perder impulso hacia finales de año, cuando los inversores decidieron asegurar ganancias.
Perspectivas para 2025
El futuro de Bitcoin dependerá en gran medida de las políticas pro-cripto prometidas por Donald Trump, quien ha planteado la posibilidad de establecer una reserva nacional de Bitcoin. Sin embargo, algunos analistas son escépticos sobre la sostenibilidad del reciente rally.
Una encuesta realizada el 6 de enero por MLIV Pulse reveló que el 39% de los encuestados considera que Bitcoin, uno de los activos más rentables de 2024, tiene altas probabilidades de convertirse en un perdedor en 2025. Este resultado posicionó a Bitcoin como el activo con mayor riesgo percibido en la encuesta.
La caída de Bitcoin por debajo de los U$S 100.000 refleja la fragilidad del mercado en un entorno económico y político incierto.
Si bien las entradas masivas de capital en ETFs de Bitcoin muestran un interés continuo, las fluctuaciones en los datos económicos y las políticas futuras serán factores determinantes para el desempeño de la criptomoneda líder en 2025.
Como afirmó Wallden, “Bitcoin sigue siendo un activo atractivo, pero la volatilidad está lejos de desaparecer. Los inversores deben estar preparados para movimientos bruscos mientras el mercado se adapta a las nuevas dinámicas económicas y regulatorias”.